Así describió el “jugador revelación” de 31 años el asedio que vivió tras el torneo. Asegura que le cambió la vida.
Respira profundo. “Es aire puro. ¿Lo sientes?”, me dice William mientras caminamos entre los sembríos de maíz. Cierra los ojos y lo vuelve a hacer, como si a cada bocanada de aire un poco de su tierra, de su familia y de su infancia volvieran a su memoria. Adelanta el paso y nos percatamos que está descalzo. No sé en que momento se quitó las zapatillas, pero sus Adidas negras último modelo están tiradas entre corontas de choclo y hierba. Un trabajador del club Juan Aurich las levanta. “Chiroque por favor póntelas, no te vayas a lesionar y este fin de semana no juegas”, le dice. Pero nada saca de este trance a ‘Periquito’. Luego de casi 20 minutos andando por surcos de tierra nos detenemos frente al río. Es momento de descansar. El hombre al que la prensa internacional catalogó como “el jugador que le devolvió la alegría al fútbol”, ha metido los pies al agua. “Así es mi tierra La Pilca, cuando estoy allá paro trepado en los árboles comiendo pacay y frutas, ando sin zapatos como si nada. Todo es más sencillo. Por muchos años no tuve baño, usábamos silo e íbamos por agua a un río cercano y caminábamos con los baldes llenos de regreso a casa”, cuenta el ‘10’.
¿Eras más feliz en La Pilca?
También soy feliz ahora, tengo mi familia y mi sueño es seguir agrandándola porque solo tengo una hija. Mi esposa ha tenido algunas pérdidas pero lo seguimos intentando y ahora nos estamos sometiendo a un tratamiento de fertilidad. Si se da, lindo, si no, igual soy feliz.
Chiroque es un tipo simple y sincero. “Hace calor, me gustaría sacarme el polo pero se asustarían con mi clavícula”, dice. Y es cierto, uno nota su húmero izquierdo salido incluso a través del polo. También se rompió una costilla, el brazo, un dedo de la mano y un sinnúmero de huesos más, pero pareciese que cada fractura lo ha hecho un hombre de goma y con una cintura capaz de gambetear a más de un rival. “Estoy bien, incluso lo de la clavícula no me molesta y puedo levantar bien los brazos”, dice mientras hace la demostración. Pero sin duda lo que más llama la atención es su perfilada nariz. “Es lo único que me he operado. Se me rompió a los 12 años cuando jugaba fútbol allá en mi pueblo y los codazos en la profesional me terminaron de malograr. Ya no podía respirar. El médico, que es mi amigo, decidió hacerme unos arreglos estéticos sin mi permiso. Pero igual quedó bien”, cuenta entre risas.
Chiroque: “Cuando volví de la Copa América no podía salir a la calle"
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1 comentario:
felicitaciones por el blog, saludos desde Trujillo, los invito a ver www.retrobolas.blogspot.com
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