Las transiciones siempre toman tiempo y requieren paciencia. Pues conceptualmente Juan Aurich tenía impregnado la ideología de Franco Navarro, pero tras su intempestiva salida, ayer, el colombiano Luis Fernando Suárez debutó al mando del Ciclón y, Cristal se encargó de demostrarle que para ser campeón, no sólo le alcanzará el cartel de mundialista que trajo en sus maletas al norte del Perú.
Empero, Suárez dejó bien marcado que en su paso por está ciudad dejará sentado un buen precedente. Seguridad y solidez en la línea defensiva. Agilidad y dinámica en el medio sector, aunque en los últimos metros careció de contundencia.
Pero eso únicamente no se debe a la falta de confianza que todavía muestra Martín Arzuaga y sus compañeros, ya que fueron más de diez las oportunidades que desperdiciaron en el arco de Carvallo. Si no que, en defensa, Sporting Cristal estuvo enérgico. Pues, en los últimos meses de Juan Carlos Oblitas como técnico profesional, su equipo quiere manejar mejor en sus últimas líneas.
Es así, que pese a la incontrolable avalancha de ataques que mandaba Suárez y, que prácticamente superó a la volante cervecera, Cristal supo equiparar las acciones. Lobatón la tocaba siempre limpia, y el Vagón Hurtado se las ingeniaba para causar miedo en el área de Erick Delgado.
De esa forma, recién a los 19' del segundo tiempo Lobatón se encuentra un balón perdido en el borde del área y remata fortísimo. El esférico se va ligeramente desviado.
Inmediatamente, Arzuaga responde y tras triangular con Candelo, envía un zapatazo que Carvallo contiene de gran estirada. Y a los 42', nuevamente el Toro se saca la marca de dos defensas y remata al primer palo. Uuufff, y el ceño fruncido en ambas escuadras, da muestras de que el punto no es para aplaudir. Peor para Aurich que si ganaba, hoy sería el nuevo líder de la Liguilla A, que es su objetivo más cercano. Sigue segundo, esperando otra oportunidad.
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